Run, baby, Run... but u can't scape {Chucho Tay}

Nueva York nunca dormía. Y menos mal, porque si no de qué iba a estar yo en Central Park a aquellas horas de la mañana. Pero ser una Vampira Sexy requería ejercicio y eso hacia yo, correr. Cualquiera diría que ahí estaba Nina Dobrev, con deportivas, mayas, una sudadera divina el cabello recogido en una coleta y corriendo mientras se ambientaba con el iPod. Pero era así, había tomado la buena costumbre de hacerlo. Y parecía no ser la única inusual a aquella hora; pude ver un rostro conocido, no solo para mi, sino para todo el mundo. El Lobo más famoso del mundo a varios metros de mi. Llevaba más velocidad que yo, así que empecé a correr como una loca. Hice varias cabezas volverse, pero me dió igual. Al menos no les daría tiempo de verme bien *-*.
Le di alcance a Taylor muy pronto, ya que paró un momento. Quizá a estirar, quizá a descansar, quizá porque se hacía viejo (?). El caso es que di un buen saltito y me colgé de su espalda. Le tapé los ojos, divertida por la situación. -Si adivinas quién soy, te doy un beso- dije juguetona, con mi dulce voz, que era inconfundible

despues de estar corriendo una i otra vez toda la mañana por el central parck la verdad es que estaba un poco cansado notaba como alguien me segia.. alze una ceja aumentando la velocidad de como habia empezado a correr antes.. suspire lentamente un par de veces biendo como la gente me saludaba sonreia de vez en cuando correspondiendo los saludos con la cabeza eso de ser Famoso y querer hacer ejercicio era malo para uno tenia que ir con cuidado si no queria que me hicieran un placaje alguna chica loca que este por aqui.. me pare un poco para descansar pero para mi sorpresa note como alguien se subia a mi espalda y mi vista se nublaba .. alze una ceja escuchando la voz. me rei un par de veces negando con la cabeza sabia quien era sin duda alguna.. Nina.. por fabor.. cambia la voz almenos.. no

Acompasé la respiración en lo que él se limitaba a adivinar. A lo que, dada su facilidad, hice un gran mohín (que no vió, por estar yo a su espalda) -Jo, me has hecho correr lo más grande, ¿también esperas que cambie de voz?- me quejé y me solté de él, y quedando de nuevo en el suelo. Esperé a que se diera la vuelta. Me crucé de brazos, infantilmente. -Ahora me voy a pensar si de verdad mereces lo del beso- le saqué la lengua, no me gustaba perder... pero obviamente estaba bromeando. Por eso seguido sonreí. -Y bueno, ¿no tienes miedo de venir por aquí tú solo? ¿Y si te viola alguna loca?- bromeé, viéndolo de arriba a abajo.